“Un empleado mayor que sabe actualizarse puede ser una bomba de poderío laboral, porque combina lo mejor de ambos mundos”. Esta frase, acompañada de un llamativo cartel en que se puede leer “Importante empresa tecnológica busca personal”, junto con algunos de los argumentos más potentes a favor de los trabajadores mayores de 50 años, coronan un artículo del diario El Mundo que nos incita a reflexionar sobre la necesidad de impulsar el talento sénior en los entornos laborales.
¿Les estamos valorando como merecen?
Cuidar el talento es más importante que nunca
En un contexto en el que la gran mayoría de la población vive por encima de los 80 años y, además, lo hace en unas condiciones de vida envidiables, rechazar a los trabajadores sénior con la única excusa de su edad carece de sentido. Hoy, con 50 años, nos encontramos en el ecuador de nuestra vida. Todavía somos “jóvenes”, pues ninguna de nuestras capacidades se ha visto alterada y conservamos nuestro estado físico y psicológico a la perfección. Nada nos impide trabajar, a excepción de los prejuicios.
Por el contrario, los años nos han sumado experiencia, madurez, capacidad de resiliencia, de adaptación al cambio, aceptación ante el fracaso o la frustración, humildad… Entre otras muchas características que definen a un buen profesional en cualquier ámbito de la empresa, y que solo se aprenden a través de la experiencia.
Perdernos todo ese talento, que solo las personas con la suficiente trayectoria nos pueden ofrecer, es una pérdida tanto para la sociedad, como para la economía. Y si las empresas no empiezan a apostar por este tipo de profesionales, teniendo en cuenta la creciente inversión de la pirámide poblacional, el mercado laboral y el sistema de pensiones podrían llegar a convertirse en un paradigma problemático.
Por eso, cuidar el talento sénior se ha vuelto más urgente que nunca.
Profesionales cualificados, con ganas y valiosos
Algunas de las compañías más potentes a nivel mundial, como Google, Amazon o Bayer, están demostrando que la inclusión del talento silver entre sus trabajadores es una fuerte ventaja en términos de competitividad. Por ejemplo, han empezado a desarrollar innovadores programas dirigidos a impulsar el conocimiento y la experiencia de sus trabajadores mayores de 50 años, así como para atraerlos y, en algunos casos, traerlos de vuelta a sus puestos de trabajo.
Porque son profesionales valiosos. No solo en términos de experiencia, también en cuanto a capacidad de liderazgo, fidelidad o estrategia. Ya que su veteranía les permite ser capaces de manejar situaciones complejas, encontrar soluciones efectivas a problemáticas reales y les aporta una mayor capacidad analítica, empatía, coherencia…
En resumen, los años no solo no interfieren en sus capacidades, sino que convierten a los profesionales sénior en los mejores aliados para cualquier empresa: más de 10 años de experiencia, lo saben todo sobre tu sector, han trabajado en varias áreas, por lo que su perspectiva es lo suficientemente amplia como para tomar buenas decisiones y, además, cuentan con el compromiso y la estabilidad que requiere un puesto de trabajo con responsabilidad.
¿De verdad queremos dejar eso escapar?
Fuente: https://ageingnomics.fundacionmapfre.org/blog/en-busca-de-profesionales-senior/