Se están considerando nuevas variables en la ecuación del riesgo de las aseguradoras que operan en el ramo de los seguros rurales. Una, más inmediata, es el intento de cuantificar los efectos temporales en la cartera con la llegada a Brasil del fenómeno climático El Niño, a partir del segundo semestre de este año.
La otra, más duradera, es comprobar los impactos de las temperaturas medias más altas en las regiones productoras, y la amenaza velada que eso representa en el mapa del agronegocio brasileño.
La alta temperatura reduce los cultivos
El cambio climático es capaz de afectar la productividad de los cultivos. Un ejemplo es el aumento de las temperaturas medias, según los expertos en clima. Un aumento de la temperatura media en el rango de 1,5ºC puede hacer inviable la siembra de mandioca en el Nordeste.
Con una temperatura de 2°C, la productividad del maíz disminuirá considerablemente. El café es otro buen ejemplo de los impactos de los extremos climáticos. El cultivo del café fue víctima de fuertes pérdidas provocadas por las heladas en las últimas décadas, especialmente en Paraná. Como resultado, se adaptó a las regiones montañosas de Minas Gerais y Espírito Santo.
Fides Río 2023
Debido a estas y otras repercusiones en los negocios que involucran a la industria de seguros, el debate sobre las consecuencias de los extremos climáticos es parte de la 38.ª Conferencia Hemisférica de Seguros, Fides Río 2023. Uno de los ejes temáticos del encuentro internacional es “El Cambio Climático: mitigación de riesgos y desarrollo de nuevas soluciones”. El evento reunirá a representantes de entidades aseguradoras privadas de 20 países de América Latina, más Estados Unidos y España, en Río de Janeiro, del 24 al 26 de septiembre de 2023.
La complejidad de los riesgos
La gestión de riesgos para las aseguradoras que operan seguros rurales es una herramienta fundamental. Pero la complejidad de esta gestión aumenta a medida que aumenta la ocurrencia de los eventos climáticos extremos. En 2022, por primera vez, las indemnizaciones pagadas por las aseguradoras superaron los R$ 10 mil millones en el ramo de seguros rurales. Ese monto representó más de cinco veces las pérdidas registradas en la cartera en 2018, que fueron de R$ 1,95 mil millones.
Este comportamiento cambió el apetito por el riesgo de las reaseguradoras globales que operan en Brasil, elevando los valores de los planes para los riesgos rurales y también obligando a las aseguradoras a adoptar una política de selección de riesgos más cuidadosa.
Fuente: https://fidesrio2023.com.br/es/2023/08/14/el-nino-en-el-radar-de-la-gestion-de-riesgos-de-seguros-rurales/